Este encantador salsero en forma de armadillo es una pieza que combina ingenio, ternura y tradición. Elaborado a mano en barro por la maestra Manuela Velasco de Santa María Atzompa, Oaxaca, destaca por su superficie decorada con delicados detalles pintados a mano, que realzan la textura característica del animal.
Su diseño funcional incluye una diminuta cuchara que acompaña al contenedor, lo que lo convierte en el accesorio perfecto para servir salsa, sal o especias en la mesa. Más allá de su utilidad, este armadillo evoca la riqueza simbólica del arte popular mexicano, donde los animales son celebrados como guardianes, compañeros y protagonistas de la vida cotidiana.
Ideal para regalar o coleccionar, este pequeño salsero aporta un toque lúdico y artesanal a cualquier espacio, recordándonos que en lo simple también habita la belleza.
Este encantador salsero en forma de armadillo es una pieza que combina ingenio, ternura y tradición. Elaborado a mano en barro por la maestra Manuela Velasco de Santa María Atzompa, Oaxaca, destaca por su superficie decorada con delicados detalles pintados a mano, que realzan la textura característica del animal.
Su diseño funcional incluye una diminuta cuchara que acompaña al contenedor, lo que lo convierte en el accesorio perfecto para servir salsa, sal o especias en la mesa. Más allá de su utilidad, este armadillo evoca la riqueza simbólica del arte popular mexicano, donde los animales son celebrados como guardianes, compañeros y protagonistas de la vida cotidiana.
Ideal para regalar o coleccionar, este pequeño salsero aporta un toque lúdico y artesanal a cualquier espacio, recordándonos que en lo simple también habita la belleza.