El porrón en miniatura celebra una de las formas más emblemáticas del barro canelo de Tonalá. Su silueta globular, decorada con motivos geométricos, recuerda a los recipientes usados para almacenar y servir líquidos. Los tonos rojizos y ocres, logrados con pigmentos naturales, evocan la tierra y el fuego que dan vida a cada pieza. Este porrón, reducido a escala, no pierde la fuerza simbólica ni la maestría técnica que lo originan. Un objeto que, más allá de lo decorativo, representa la continuidad de una tradición que ha sabido adaptarse sin perder su esencia.
El porrón en miniatura celebra una de las formas más emblemáticas del barro canelo de Tonalá. Su silueta globular, decorada con motivos geométricos, recuerda a los recipientes usados para almacenar y servir líquidos. Los tonos rojizos y ocres, logrados con pigmentos naturales, evocan la tierra y el fuego que dan vida a cada pieza. Este porrón, reducido a escala, no pierde la fuerza simbólica ni la maestría técnica que lo originan. Un objeto que, más allá de lo decorativo, representa la continuidad de una tradición que ha sabido adaptarse sin perder su esencia.
José Luis Flores Martínez
Mestizo
Tonalá, Jalisco
Barro decorado estilo canelo, quemado en horno de adobe
6 x 5 x 5 cms
AR-PO-0703
