En San Andrés Larrainzar, corazón de los Altos de Chiapas, la tradición tsotsil del telar de cintura se plasma en geometrías que narran la cosmovisión de un pueblo. Este monedero emerge de hilos que danzan entre manos expertas, creando enigmáticos patrones geométricos.
El telar de cintura es una técnica textil prehispánica donde la tejedora controla la tensión del tejido con su propio cuerpo: una barra se ata a un punto fijo y otra a su cintura mediante una faja. Esta herramienta portátil permite crear patrones geométricos complejos mientras el artesano se mueve en una danza íntima con su creación. Comunidades mayas, zapotecas y tsotsiles han perfeccionado esta técnica durante siglos, transformando hilos en textiles que preservan cosmovisiones ancestrales y conocimientos que se transmiten de generación en generación.
En San Andrés Larrainzar, corazón de los Altos de Chiapas, la tradición tsotsil del telar de cintura se plasma en geometrías que narran la cosmovisión de un pueblo. Este monedero emerge de hilos que danzan entre manos expertas, creando enigmáticos patrones geométricos.
El telar de cintura es una técnica textil prehispánica donde la tejedora controla la tensión del tejido con su propio cuerpo: una barra se ata a un punto fijo y otra a su cintura mediante una faja. Esta herramienta portátil permite crear patrones geométricos complejos mientras el artesano se mueve en una danza íntima con su creación. Comunidades mayas, zapotecas y tsotsiles han perfeccionado esta técnica durante siglos, transformando hilos en textiles que preservan cosmovisiones ancestrales y conocimientos que se transmiten de generación en generación.