En Santa María Rayón, Estado de México, la tradición del torneado se plasma en este molinillo que trasciende su función utilitaria para convertirse en símbolo de la ceremonia sagrada del cacao. Tallado en una sola pieza de madera de aile—neutra en sabor y aroma—, este instrumento esencial de la cocina mexicana combina precisión técnica con belleza ornamental.
Su elaboración revela maestría artesanal: torneado en torno mecánico, las secciones oscuras emergen del quemado por fricción controlada, mientras que el decorado final se talla a mano con buril. Los anillos e incisiones no solo embellecen la pieza, sino que cumplen la función vital de introducir aire en el líquido caliente cuando se hace girar entre las palmas, creando la espuma cremosa que distingue al chocolate mexicano.
Más que una herramienta, el molinillo representa la hospitalidad y el ritual del cacao que pervive en la cultura mexicana. Cada giro entre las manos continúa una tradición que convierte la preparación de bebidas en ceremonia de encuentro y calidez.
En Santa María Rayón, Estado de México, la tradición del torneado se plasma en este molinillo que trasciende su función utilitaria para convertirse en símbolo de la ceremonia sagrada del cacao. Tallado en una sola pieza de madera de aile—neutra en sabor y aroma—, este instrumento esencial de la cocina mexicana combina precisión técnica con belleza ornamental.
Su elaboración revela maestría artesanal: torneado en torno mecánico, las secciones oscuras emergen del quemado por fricción controlada, mientras que el decorado final se talla a mano con buril. Los anillos e incisiones no solo embellecen la pieza, sino que cumplen la función vital de introducir aire en el líquido caliente cuando se hace girar entre las palmas, creando la espuma cremosa que distingue al chocolate mexicano.
Más que una herramienta, el molinillo representa la hospitalidad y el ritual del cacao que pervive en la cultura mexicana. Cada giro entre las manos continúa una tradición que convierte la preparación de bebidas en ceremonia de encuentro y calidez.
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