Desde los bosques de la Sierra Norte de Oaxaca surge este molinillo, tallado a mano en madera de pino u oyamel de la región. Sus rodetes, labrados con precisión cumplen la función de crear la espuma perfecta que distingue al buen chocolate.
Cada giro de este artefacto enlaza pasado y presente, evocando los rituales prehispánicos que dan vida a una de las bebidas más emblemáticas de México. Funcional y bello a la vez, el molinillo encierra el conocimiento transmitido por generaciones, donde técnica, tiempo y respeto se unen en cada taza.
Lleva a tu cocina esta pieza auténtica y descubre cómo un simple movimiento puede transformar el chocolate en un acto de memoria y tradición.
Desde los bosques de la Sierra Norte de Oaxaca surge este molinillo, tallado a mano en madera de pino u oyamel de la región. Sus rodetes, labrados con precisión cumplen la función de crear la espuma perfecta que distingue al buen chocolate.
Cada giro de este artefacto enlaza pasado y presente, evocando los rituales prehispánicos que dan vida a una de las bebidas más emblemáticas de México. Funcional y bello a la vez, el molinillo encierra el conocimiento transmitido por generaciones, donde técnica, tiempo y respeto se unen en cada taza.
Lleva a tu cocina esta pieza auténtica y descubre cómo un simple movimiento puede transformar el chocolate en un acto de memoria y tradición.