Este frutero telescópico redondo es una muestra de ingenio y tradición de Cuetzalan, Puebla. Elaborado a mano con fibra de jonote y estructura de madera, combina funcionalidad y belleza artesanal. Su diseño permite colapsarlo para un almacenamiento óptimo, y al desplegarse se convierte en un sistema de tres canastos semi-circulares, cada uno de distinto tamaño, que cuelgan en cascada desde una pared.
La resistencia natural del jonote lo hace ideal para almacenar frutas, verduras u objetos cotidianos, mientras que su textura y color aportan calidez a cualquier espacio. Más que un simple contenedor, esta pieza refleja la creatividad de los artesanos nahuas y su capacidad para transformar materiales locales en soluciones prácticas y estéticas que enriquecen la vida diaria.
Este frutero telescópico redondo es una muestra de ingenio y tradición de Cuetzalan, Puebla. Elaborado a mano con fibra de jonote y estructura de madera, combina funcionalidad y belleza artesanal. Su diseño permite colapsarlo para un almacenamiento óptimo, y al desplegarse se convierte en un sistema de tres canastos semi-circulares, cada uno de distinto tamaño, que cuelgan en cascada desde una pared.
La resistencia natural del jonote lo hace ideal para almacenar frutas, verduras u objetos cotidianos, mientras que su textura y color aportan calidez a cualquier espacio. Más que un simple contenedor, esta pieza refleja la creatividad de los artesanos nahuas y su capacidad para transformar materiales locales en soluciones prácticas y estéticas que enriquecen la vida diaria.