Este conjunto de ocho canastos anidados, conocido como Canasto Llenito, es una verdadera joya de la cestería rarámuri. Tejidos a mano con finas agujas de pino al natural, cada pieza encaja perfectamente dentro de la otra, demostrando un virtuosismo técnico y una paciencia admirable.
La miniatura no solo resalta la destreza artesanal de los artesanos, sino también la profunda tradición rarámuri de transformar los materiales del bosque en objetos útiles y estéticamente cautivadores. Su escala diminuta potencia el asombro: cada detalle, cada fibra entrelazada, refleja un dominio absoluto de la técnica y un legado cultural que inspira admiración.
Este conjunto de ocho canastos anidados, conocido como Canasto Llenito, es una verdadera joya de la cestería rarámuri. Tejidos a mano con finas agujas de pino al natural, cada pieza encaja perfectamente dentro de la otra, demostrando un virtuosismo técnico y una paciencia admirable.
La miniatura no solo resalta la destreza artesanal de los artesanos, sino también la profunda tradición rarámuri de transformar los materiales del bosque en objetos útiles y estéticamente cautivadores. Su escala diminuta potencia el asombro: cada detalle, cada fibra entrelazada, refleja un dominio absoluto de la técnica y un legado cultural que inspira admiración.