El cesto hexagonal teñido, tejido a mano en hoja de pino por artesanos rarámuri de Guachochi, Chihuahua, es una pieza singular dentro de la cestería tradicional. Su forma hexagonal, poco común, lo convierte en un objeto llamativo y versátil, perfecto para guardar joyería, recuerdos o pequeños tesoros.
El pino aporta no solo resistencia y flexibilidad al tejido, sino también un aroma fresco y característico que evoca los bosques de la Sierra Tarahumara. Cada fibra ha sido teñida y trabajada con paciencia, dando lugar a patrones geométricos.
La cestería rarámuri, considerada una de las más complejas y bellas de México, es mucho más que un oficio: es una manifestación cultural que conecta identidad, entorno y memoria. Esta pieza encarna esa tradición viva en un formato pequeño pero lleno de significado.
El cesto hexagonal teñido, tejido a mano en hoja de pino por artesanos rarámuri de Guachochi, Chihuahua, es una pieza singular dentro de la cestería tradicional. Su forma hexagonal, poco común, lo convierte en un objeto llamativo y versátil, perfecto para guardar joyería, recuerdos o pequeños tesoros.
El pino aporta no solo resistencia y flexibilidad al tejido, sino también un aroma fresco y característico que evoca los bosques de la Sierra Tarahumara. Cada fibra ha sido teñida y trabajada con paciencia, dando lugar a patrones geométricos.
La cestería rarámuri, considerada una de las más complejas y bellas de México, es mucho más que un oficio: es una manifestación cultural que conecta identidad, entorno y memoria. Esta pieza encarna esa tradición viva en un formato pequeño pero lleno de significado.