Anatomía de un molinillo

El molinillo es considerado un artefacto esencial en la preparación del chocolate y otras bebidas tradicionales mexicanas a base de cacao. Su función principal es disolver el chocolate y crear la añorada espuma por la que el chocolate es bien conocido.

Historia

La historia del molinillo se remonta a tiempos prehispánicos. Con el paso del tiempo y la introducción de tecnologías para transformar materiales, este emblemático objeto evolucionó hasta convertirse en el molinillo de madera que conocemos hoy en día. Durante la época colonial, el molinillo se integró a la cocina mexicana como un utensilio esencial para preparar el chocolate caliente, bebida que encarna tanto la herencia mesoamericana como influencias europeas. Así, el molinillo se consolidó como un símbolo de hospitalidad y tradición familiar, presente en cocinas y celebraciones en todo el país.

El chicoli –una rama de árbol bifurcada con extremidades– puede considerarse el antecesor del molinillo que se difundió después.

Simbolismo de la espuma

En las culturas mesoamericanas, la espuma es considerada el alma de las bebidas de cacao: símbolo de vida, energía y espiritualidad. Para obtenerla, se han utilizando diversas técnicas, pero el molinillo se convirtió en la herramienta más efectiva y perdurable. Al girar con firmeza entre las palmas, sus anillos e incisiones introducen aire al líquido caliente, creando espuma. Más allá de lo físico, esta espuma encarna una dimensión simbólica: lo intangible que conecta lo terrenal con lo sagrado, haciendo del acto de preparar chocolate un ritual cargado de significado.

Procesos y diseño

El molinillo contemporáneo es tallado a mano en una sola pieza de maderas como el aile, elegida por su neutralidad en sabor y aroma. El proceso artesanal combina torno y tallado con gubias: mientras la pieza gira, se quema la superficie con fricción, usando un trozo de madera delgado, para obtener las tonalidades oscuras que contrastan con la madera clara. El decorado se completa con tallados precisos, lo que convierte cada molinillo en un objeto único. Aunque cumple una función práctica, el molinillo ha alcanzado un nivel artístico notable, con diseños que van desde lo sencillo hasta lo altamente ornamentado, reflejando la creatividad y destreza de los artesanos.

Anatomía

El molinillo está compuesto por un mango alargado que facilita el movimiento giratorio; una serie de anillos móviles y decorados finos a lo largo de la pieza. Estos elementos cumplen funciones tanto estéticas como prácticas: los anillos y cortes profundos permiten que el aire se incorpore con mayor eficacia al líquido, potenciando la creación de espuma. Las quemaduras decorativas no sólo embellecen la pieza, sino que también marcan las divisiones de su estructura, otorgándole equilibrio visual y funcional. Cada curva, incisión y sección obedece a un delicado balance entre técnica y belleza.

Anatomía de un molinillo tradicional

El molinillo es un puente entre pasado y presente, entre lo cotidiano y lo ceremonial. Representa la maestría de la artesanía mexicana y el profundo simbolismo cultural del cacao y su espuma. Su diseño revela tanto ingenio técnico como sensibilidad artística, convirtiéndolo en un objeto que trasciende su función para alimentar también el alma.

Juan Larrauri Scott

Emprendedor creativo promoviendo la cultura mexicana a través del arte, diseño y exposiciones.

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