El molinillo es un utensilio tradicional de madera, indispensable en la cocina mexicana para preparar chocolate y otras bebidas a base de cacao. Su función no es sólo mezclar, sino crear la espuma cremosa que distingue a estas preparaciones. Para lograrlo, se hace girar con firmeza entre las palmas, mientras sus anillos e incisiones introducen aire en el líquido caliente.

Tallado en una sola pieza de madera de aile —neutra en sabor y aroma—, el molinillo se elabora en torno, donde las partes oscuras se obtienen al quemar la superficie con fricción controlada. El decorado final se talla cuidadosamente a mano, lo que convierte a cada pieza en un objeto único.

Más que una herramienta, el molinillo es símbolo de hospitalidad y de la ceremonia del cacao, transmitiendo tradición en cada giro.